Las hijas del destino
El templo de las luces perecía al abrigo de la noche. Un susurro sordo caminaba a tientas entre los lúgubres pasillos apagados, las velas se extinguían al leve paso de un viento negro, mientras las gargantas rotas contenían los suspiros entredichos a la luz de la cálida luna. Las tres hermanas, acostumbradas al silencio, tejían…