
Hace tiempo que quería hablar de este tema aquí en el blog. Primero porque estoy un poco obsesionada con los giros argumentales, y segundo porque suelen darme más de un dolor de cabeza cuando escribo.
Somos seres razonables, al menos eso dice el mundo, seres capaces de crear, de buscar conflicto, de buscar drama. Esto puede ser una de las razones por las que cuando leemos buscamos esos puntos o giros argumentales que dan vida a la trama.
¿Tú no lo haces?
Vale, al menos espero no ser la única que suele caer en esta extraña preocupación. Lo que quiero decir, es que si lees como escritor, te habrás fijado que existen puntos en los que la trama da una vuelta inesperada.
Sí, ese revés dramático se llama giro argumental.
Lo lógico es que el lector no se lo espere. Que logremos meterlo de lleno en la historia, mantengamos un ritmo constante y encontremos ese momento justo para dejarlo con ganas de más.
Ese punto de giro que hará que tu lector no quiera soltar el libro.
Y aunque es importante que tu historia tenga giros argumentales, también lo es que estén bien construidos y no sean predecibles.
Lo que hace que una historia sea diferente a otra son los giros argumentales inesperados. Aquellos que ponen a prueba a los personajes en situaciones diferentes.
Creo que ya me estoy haciendo un lío.
Lo que quiero decir es que a veces tenemos miedo de crear situaciones que incomoden al lector. Y yo considero que es necesario salir de esa zona de confort y atrevernos a explorar nuevas situaciones o circunstancias en nuestra historia.
La idea principal
Puede que vayas por un camino y mantengas el ritmo constante durante un tiempo, pero esto no puede ser eterno.
Si haces esto a lo largo de la trama acabarás por aburrir al lector. A nadie le gusta leer algo plano, nos gusta el cambio, lo inesperado.
Esto es una verdad universal a la que no podemos negarnos.
Como escritora de brújula suelo mantener una idea principal. Es decir, arranco con una premisa y conforme escriba pueden cambiar muchas cosas.
¿Qué ocurre entonces?
A veces me cuesta determinar en qué punto de la historia deben ir mis giros argumentales.
Cuando surgen estas dudas, hago una escaleta de lo que llevo escrito, establezco el primer punto de la historia y el último punto al que quiero llegar (si lo tengo pensado), hacer esto me ayuda a establecer el camino de mis personajes y las posibles trabas que encontrarán.
Puede que no sea tan sencillo como lo digo, muchas veces ni siquiera esto me funciona.
También me ha ocurrido terminar la novela y al empezar a corregir notar que mis giros argumentales son un tanto predecibles.
Este punto es bastante complicado. Tienes que aplicar una corrección bastante más profunda de lo que pretendías, y hacer revisiones. Para esto creo que lo mejor es tener una escaleta de la historia, de ese modo estableces lo que necesitas cambiar, puntos a reforzar o aspectos que necesitas mejorar.
Ya sabes que el primer manuscrito es un simple borrador. Sufrirá cambios y no debes temer al momento de introducir o desechar elementos.
Esto último te lo digo en total confianza. Cuando corregía mi manuscrito me apegaba a ciertas cosas que después de varias lecturas noté que no tenía sentido.
Ser arriesgado
Dile no al miedo.
No es malo ser diferente, te lo dice alguien a quien le ha costado mucho encontrar su lugar en el mundo (sigo buscándolo).
Quiero decir que exponer tus ideas por muy descabelladas que sean, está bien.
Deja el miedo, no temas ser diferente o demasiado creativo, creo que a lo que deberíamos temer es a ser parecidos a los demás. Tu historia necesita elementos que la hagan resaltar entre el montón, y si tienes algo en mente que pueda resultar poco predecible, apuesta por ese giro argumental.
Siempre he pensado que cuando escribes debes dejar todas las ideas, ya cuando toque corregir la historia será otra, pero aprovecha ese momento de inspiración y elimina las trabas que te impones.
Alerta spoiler juego de tronos: ¿Acaso a George R R Martín le tembló la mano cuando pensó en ejecutar a Ned Stark? Bueno, no sé tú, pero a mí ese final de libro me dejó estupefacta, ya sabía que con el autor podía esperarme cualquier cosa.
Vale, no todos vamos a ser George R R Martín, pero ya ves que le funcionó muy bien lo de los giros argumentales.
Por favor tampoco te lances en una aventura de querer asesinar a cuanto personaje se cruce en tu libro. Todo con medida debe tener una función. La muerte de Ned Stark fue solo una excusa para liberar la tensión de un continente.
La fórmula secreta
Seguro que esperabas un secreto milenario que ha pasado de generación en generación y te ayuda a crear giros argumentales increíbles.
Pues temo decepcionarte.
Soy tan aprendiz como tú y muchos de los que visitan el blog y dejan sus comentarios.
Aunque algo sí te puedo decir, no sé si será una fórmula mágica o algo similar pero puede funcionarte tanto como a mí. Estoy hablando de permitir lo inesperado.
El argumento debe dar un cambio radical tomando una nueva dirección, aunque este cambio debe apegarse a lo que hemos contado en la historia, es decir, necesitas que resulte lógico para el lector.
A mí me encanta ese momento en el que Darth Vader le dice a Luke que es su padre. En serio, la primera vez que vi las películas aluciné con este cambio, y me dejó muchos días pensando y buscando pistas a esa revelación.
Todo debe tener una razón, un sentido, una lógica.
No puedes escribir una novela de ciencia ficción en la que el protagonista, se salve de la muerte porque le brotan unas alas mágicas de repente y vuela hasta el infinito.
Necesitas lógica, apegarte a las reglas que has establecido en la novela. Por muy original que te parezca lo de las alas, puede que no tenga ningún sentido cuando alguien más lo lea.
Los giros argumentales deben aportar algo
No vale con que lo único que consigas es drama y más drama.
No, al lector no le gusta encontrar cosas solo porque sí. Tiene que estar justificado, tener una razón y además dejar consecuencias.
Recuerda que queremos hacer que nuestra historia sea verosímil, y para esto el giro argumental debe ser coherente con todo lo que hemos planteado. Un ejemplo es dejar pistas, la idea no es anticipar al lector o arruinar la sorpresa, solo prepararlo para ella.
Evalúa la trama de tu novela y establece esos momentos en los que conviene meter los giros argumentales.
Atrévete a cambiar y jugar con los giros argumentales de tu historia.
Me ha encantado, todo bien explicado gracias
Gracias por la explicación. Yo escribo descriptivo, pero creo seria bueno experimentar con giros descriptivos en la aplicación de lo que se explica. Seguire leyendote.