
Me he visto en la necesidad de escribir este post. Primero porque he recibido un par de correos solicitando tocar el tema, y segundo porque es uno de los fallos más comunes que cometemos los escritores.
Y en esto he de levantar la mano porque soy la primera.
Quienes escribimos hemos escuchado mil veces que es mejor mostrar antes que contar.
Qué difícil resulta sentarse a escribir y no ahondar en los pensamientos de los personajes, no describir detalles y simplemente sentarnos a contar. Esto suele traernos dificultades cuando tomamos al lector por tonto, en lugar de mostrarle lo que está ocurriendo, se lo contamos.
Hace poco envié mi manuscrito a mis lectores cero y han coincidido en algo que yo ya sabía. En ocasiones me dejó llevar y voy contando más de la cuenta, y esto es un error grave.
Puede que en un principio no nos demos cuenta, pero en cuanto tomo una lectura bien escrita, suelo ver esos fallos terribles en los que caigo.
El arte de describir, de llevar al lector por un camino y mostrarle todo lo que está ocurriendo, dar pistas e indicios en lugar de contar. Creo que este punto es tal vez de lo que más me cuesta.
¿Qué es mostrar y qué es contar?
Creo que uno de las principales causas de cometer este fallo es que no escribimos con los sentidos. Disponemos de 5 maravillosos sentidos con los que somos capaces de percibir miles de sensaciones, no solo es ver, podemos escuchar, acariciar, saborear.
Hay un abanico inmenso con el que podemos describir algo, no solo basta con decir “vio la luna brillar” se puede llevar más allá.
Diana P. Morales explica en su blog cómo escribir con los 5 sentidos, y después de leer este post te recomendaría que eches un vistazo a ese análisis que hace porque te puede ser de gran ayuda.
Como venía diciendo, escribir con los sentidos nos ayuda a abarcar más sensaciones y mostrar al lector lo que está ocurriendo.
¿Por qué es mejor mostrar antes que contar?
Contar es mencionar por encima, decir que la luna brilla, que el carro se puso en marcha. Es la manera más resumida de comunicar algo. Es una forma un tanto exacta de narrar, deja todo muy cerrado y no permite que el lector imagine por recibir la información demasiado procesada.
Por otra parte, mostrar involucra al lector en la escena que narramos. Estamos ofreciendo detalles, te detienes para evocar la situación y ofrecer una vista definida de lo que está ocurriendo. Es describir imágenes, hacer uso de los sentidos y mostrar a través de ellos.
Más difícil hacerlo que verlo
Es cierto que es complicado. Recrear una escena y meter de lleno al lector en ella es parte de la magia de la literatura. Al final son estos los libros que nos envuelven y que evocan esa magia de recrear todo en nuestra cabeza.
En lo personal me gustan los escritores que rompen las reglas y se atreven a probar algo diferente. Me sorprende mucho cuando leo una escena detallada que te mete por completo en la narración, pero además te hace vivir junto a los personajes, sentir y ver como si fueses parte de la historia.
Es la magia de la literatura.
Si te está costando más de la cuenta, busca un libro que te haya encantado y repasa algunos párrafos, esto me ayuda mucho para evaluar cómo está contada la escena o qué elementos necesitas para entrar en ambiente.
Últimamente me fijo mucho en esto cuando leo.
Ya he comentado sobre leer como escritor, y es que cuando estoy en una lectura intento fijarme en esos pequeños detalles que enriquecen la historia, que me obligan a imaginar la escena.
Los sentidos, por supuesto
Vuelvo al primer punto porque creo que es lo que más me está ayudando al momento de corregir o escribir.
Los lectores tienen que ser capaces de ver, oír, gustar, oler y tocar el mundo que les rodea. Intenta usar un lenguaje que incorpore varios sentidos.
Intento dibujar la escena en mi cabeza y volverla real. Es decir, mientras escribo quiero estar viviendo eso, caminar junto a los personajes y detenerme en los pequeños detalles que los rodean, sentir junto a ellos.
Es lo que mejor me ha funcionado, y cuando leo mis nuevos escritos, noto un cambio brutal. Ayuda al lector a fijarse en cosas y evocarlas como él prefiera.
La idea es que el lector pueda ver lo que le muestras.
No abusar de los recursos
Por supuesto que se puede abusar de este recurso, cosa que haría la lectura más larga y tediosa. Creo que lo justo es un equilibrio, que el lector pueda ver, evocar y que en ocasiones puedas contar cosas.
Ya me dirás que me he vuelto loca.
Pero en este punto creo que depende un poco de lo que quieras hacerle sentir al lector. Es decir, jugar con sus emociones, crear una atmósfera de tensión o si solo pretendes contar algo sin dar mayor larga al asunto.
Cuando leí a Anne Rice (hace demasiados años ya) recuerdo que me molestaba leer páginas enteras sin que ocurriera nada. Te metía de lleno en las descripciones y a mí esto me obligaba a ir muy lento mientras leía. Las primeras páginas se me hacían eternas y no veía razón para gastar un sinfín de párrafos describiendo algo como entrar a una casa.
Es muy válido, pero en ocasiones no terminaba de verle sentido y el resultado fue que terminé de leer el libro luego de un mes.
Ya te digo que hace años leí Entrevista con un vampiro y apenas tenía alguna idea de escritura, pero era una sensación que me daba como lectora y que a día de hoy recuerdo muy bien.
Abusar en cosas sencillas hará que el lector pierda interés. Creo que no es necesario hacer uso de detalles que resulten insignificantes para la lectura.
Ya sé. Debería aplicar más seguido mis consejos, pero para eso hago estos post, para aprender, ver mis fallos y mejorar.
Al final mostrar antes que contar resulta ser todo un reto para los escritores.
Creo que la cuestión parte un poco del equilibrio, saber en qué ocasiones necesito mostrar y no abusar de los recursos. La idea es que la historia fluya, que atrape al lector y lo motive a seguir leyendo.
Es cierto que nos dicen todo el tiempo que es mejor contar que mostrar, pero yo considero que es necesario un equilibrio.
Me molestan esos libros que te cuentan cosas como si fueras tonto, como si no fueses capaz de entender y necesitan estar recordante cosas cada dos líneas.
Como he dicho es más fácil decirlo que hacerlo, así que toca poner manos a la obra, tengo todo un manuscrito por corregir y voy dispuesta a ponerme con lupa para encontrar todos esos detalles en los que cuento demasiado.
Y tú… ¿Eres más de mostrar o contar? ¿Qué libro te ha sacado de quicio tomándote el pelo como si no fueses capaz de recrear la lectura? No dudes en comentar y compartir tu opinión.
Sin duda uno de los principios de la buena literatura.
Buen artículo, ¡gracias!
Me encanta lo que dices, creo que me puede ayudar mucho a mejorar, voy a seguir intentando gracias
Muy buen artículo, me gusta mcucho la manera en que has explicado todo, y las recomendaciones. Espero un proximo artículo con recomendaciones de lecturas y libros nuevos. Saludos
Un artículo muy interesante, sin duda. Gracias a él, me he dado cuenta que soy más de contar que de mostrar, y me he dado cuenta de lo difícil que es mostrar. Este artículo me va ayudar mucho a mejorar lo que escribo. Excelente trabajo.
Gracias Iris, quede encantado con toda la informacion y el conocimiento de Mostrar antes que Contar.
Muchas gracias a ti Angel, saludos
Hola!
Yo no soy escritora (ni siquiera amateur) pero aun así me ha parecido un post bastante interesante.
Normalmente me meto con bastante facilidad en la historia así que no suelo reparar demasiado en la diferencia entre mostrar y contar;
lo que definitivamente si comparto es tu opinión sobre las descripciones demasiado intensas. Supongo que como escritor no debe ser fácil saber donde está el punto que delimita poca información de demasiada información pero sí es cierto que las descripciones largas generalmente me echan para atrás…efectivamente ralentizan la lectura y me pone muy nerviosa ver que hay páginas y páginas y la historia no avanza nada :S
Espero que estas pequeñas cosas no te desanimen en tu proceso creativo y que no te sea demasiado dificil corregir los pequeños fallos que te apunten los lectores beta.
Un Besoo, guapa ^^
Muchas gracias por comentar Sam, me tomo tu experiencia porque es cierto que esas descripciones eternas terminan por agobiar y cansar al lector. Un abrazo
Ains, el difícil punto medio entre hacer que lo narrado sea comprensible para quien lee el texto pero no tan mascado que parece que estemos tratándol@ de tont@…
Es complicado, cierto, y muchas veces porque, cuando hemos hecho un ejercicio de worldbuilding, ardemos en deseos de mostrarlo al público como nuestro bebé que es. Pero hay que refrenarse, en efecto, o se cae en la trampa de hacer un tratado de historia, geografía, política… cualquier cosa salvo una novela.
A pesar de que trato (o intento tratar) con mimo el mundo que rodea mis historias, a fin de cuentas no lo considero otra cosa que un contexto, el telón de fondo en que tiene lugar la historia y los personajes con sus relaciones.
¡Un abrazo!
Es muy difícil, que te digo que ese equilibrio me está costando mucho, pero lo bueno es notar esos pequeños fallos y reforzarlos. El mundo creo que es lo que más complica, encontrar ese punto que no diga todo pero que muestre lo necesario. Saludos
Creo que lo de contar en lugar de mostrar es una de las primeras cosas que hace malo a un texto. Y una vez que eres consciente, es muy evidente 🙂
Buen post, siempre conviene recordar estas cosas 😉
¡Un saludo!
Mostrar y saltarse todo lo que no sea una pistola de Chejov es un arte difícil.
dice al final
«» Es cierto que nos dicen todo el tiempo que es mejor contar que mostrar, pero yo considero que es necesario un equilibrio.»»
Creo que lo que nos dicen es al revés, mejor mostrar que contar, como dijiste al principio. Y SI es muy necesario el equilibrio, aunque me quedo que se cuenta solo lo que se va a usar para situar al lector, y se muestra si se quiere emociónar.