Malkar y la leyenda de la reina roja
Los días se mecían bajo el calor del sol. El trote fijo de los caballos despertaba el terrible humor que acontecía a los hombres inquietos. El cielo pardo dibujaba las escasas nubes moteadas, en tanto que el sol se alzaba poderoso, amplio y elegante, calentando las espaldas sudorosas de los viajeros de oriente. El día…