El templo de la muerte
La sangre corría como el torrente de fuego navegando en las oscuras mareas. Los gritos salpicaban aquellas miradas tristes, cargadas por la pena, enardecidas a la sombra. En tanto que los hombres se alzaban, entonando aullidos de adulación, aclamando una vieja salvación mientras se derrochaba la muerte. El silencio acorde acudía a sus gargantas ahogadas…