El concilio de los magos
La noche eterna se sumía en el rotundo batir de las alas de la muerte. Las casas vacías se sumían en el clamor inaudito de lo desconocido, de las sombras que acechaban en una espera impaciente sobre la brevedad de lo inmortal. Los días acaecían en una lucha de miedos, donde las voluntades se discurrían…