
Los que aman el género fantástico como yo, nos encontramos mundos maravillosos que nos obligan a viajar y abrir puertas nuevas para explorar. La construcción del mundo fantástico o mundo de ficción, es uno de los elementos más importantes para que tu historia no carezca de veracidad en el entorno que se desarrolla.
A ver, si les cuento un poco, para mis dos novelas he creado mundos fantásticos que poco tienen que ver con la realidad.
El World-building es el término aplicado a la construcción de mundos y por el que muchos autores apuestan.
Si hablamos de Lewis Carroll, Tolkien, Sanderson o Patrick Rothfuss nos encontramos con mundo maravillosamente edificados, con historias y escenarios que confluyen con naturalidad guiándonos a través de la novela.
Esto es lo maravilloso de un mundo fantástico o imaginario que está bien creado. No te sorprende toparte con un elfo, o con un orco, allí es absolutamente natural el ver o encontrar con criaturas ficticias.
Los escritores que ambientamos historias en el futuro o en universos fantásticos podemos tomar ventajas de la investigación. La investigación histórica es una de las más comunes, si eres como yo, y te decantas por la fantasía épica, es recomendable que te aventures en la investigación histórica, allí encontrarás personajes y situaciones que te pueden ayudar a darle los matices necesarios a tu novela.
También es recomendable leer otros autores que tomen como referencia esa época que quieres fijar para tu historia. Isaac Asimov se inspiró en la caída del Impero Romano para escribir La fundación. Y George R.R Martin tomó elementos de la cruzada Albigense para escribir la saga de Canción de hielo y fuego.
Mi experiencia
Cuando escribí Torre de Mar estaba un poco indecisa entre qué aspectos quería considerar y aportar a la historia. Tracé un mapa determinando los lugares en lo que ocurrían acontecimientos importantes y otro en el que determinaba la posición de otros lugares que hacía mención y rutas posibles para llegar a ellos.
Lo difícil me resultó en mezclar dos mundos. La historia se desarrolla en la Europa de mitad de siglo XIX y Torre de Mar, un mundo alterno en el que conviven humanos y raras criaturas de las que muy pocas personas tienen conocimiento.
¿Cómo convergen ambos mundos? Existe la plena realidad de Europa, allí todo es normal, o al menos cotidiano, por lo que mi investigación era histórica. Cuando me tocó desarrollar Torre de Mar, tuve que determinar qué tipo de criaturas habitaban allí (elfos, enanos, grifos, arpías y otros tantos de mi imaginación). También el contexto histórico (se libra una guerra, existe una peligrosa amenaza) y tal vez lo más complicado fue trazar la historia que marcaba el contexto actual de la época.
Con Khatos me decidí por un mundo medieval absolutamente imaginario. Dibujé mapas y límites para establecer en que puntos iba a tener espacio la historia. No quería dejar nada al azar, por lo que empecé dando forma al mundo casi al mismo tiempo que escribía la historia. También tomé ciertos aspectos históricos, muchas cosas están inspiradas en la época del Imperio Romano, y la Europa medieval.
Errores en la creación del mundo imaginario
Creo que para el lector es importante situarse en la época en la que se narran los acontecimientos. Hay autores de ficción que no les gusta establecer límites temporales, disfrutan de dar pocos elementos al lector y dejar que su imaginación haga el resto.
Soy contraria a esta práctica. Como lectora me gusta situarme en el lugar donde están ocurriendo las cosas, me gusta ver, imaginar y crear imágenes a partir de aquello que leo, me obliga a adentrarme en ese mundo, a formar parte de él.
Aunque la historia se desarrolle en un pueblo o ciudad inventada y no quieras otorgar un nombre al lugar en el que ocurren los hechos, es necesario que exista consistencia en la línea que guía la historia. No es lo mismo hablar de una ciudad árida o un pueblo en medio de la montaña, y a mi parecer, estos elementos enriquecen la historia, y le dan pistas al lector al momento de leer.
Ambientación y dimensiones
Para Mckee, reconocido guionista, la historia debe ambientarse en 4 dimensiones: La época o periodo en que se desarrolla. La extensión, es decir, el tiempo que ocupa. El lugar físico en el que ocurren los hechos, y el nivel de conflicto, el enfoque del conflicto de la historia dentro del contexto social, político…
Con esto no quiero aburrirlos o abrumarlos, solo quiero dejar en evidencia que hay puntos y elementos importantes que no podemos dejar a la deriva o la suerte. La construcción del mundo fantástico debe ser un compendio de acciones y elementos que añadan verosimilitud a la novela.
Mundo fantástico
Tolkien pudo recrear todo un universo mitológico en sus obras. Gracias a la creatividad y al rigor que utilizó, presenta un mundo de seres fantásticos. No solo es la historia en sí misma la que otorga tanto valor al universo de Tolkien, es la trama y subtramas que se hilan para crear una historia rica en elementos, y es precisamente este universo una excelente referencia para hablar de la creación del mundo fantástico.
La Tierra Media es el epicentro del mundo tolkeniano. Y es que en ella nos topamos con Elfos, humanos, enanos, dragones, hobbits… Y esto nos parece absolutamente normal, porque el autor ha delimitado el mundo en el que acontece la historia, y permite al lector adentrarse e ir descubriendo poco a poco el entorno que rodea la novela.
Entonces… ¿Cómo es la construcción del mundo fantástico de mi novela?
Creo que puedes apostar por dos métodos o técnicas sencillas que te ayudarán a tratar todos los elementos de tu universo y no dejar nada por fuera.
- De lo específico a lo general: aquí puedes apostar por pequeños detalles en entornos menos generales. ¿Qué quiero decir? Empezar por una pequeña zona y luego ir expandiendo hacia afuera. Esta técnica dependerá de cuántos elementos pretendes abarcar. Si la novela se basa en una pequeña aldea, puedes desarrollar el contexto de esta. Situación geográfica, antecedentes, estructura social… Esto puede llevarte a otras dimensiones, si tu historia se basa en un pueblo, pero luego queremos abarcar un país entero, tendrás que trabajar en otros aspectos que no tomaste en cuenta al principio. Puedes ir desarrollando el mundo conforme avanza en la historia.
Si te decides por esta técnica y optas por la creación del mundo conforme vas escribiendo, te recomiendo que seas muy minucioso y hagas muchas correcciones, pueden escapar detalles y pueden existir incongruencias que al final harán que tu universo no tenga una estructura sólida.
- De lo general a lo específico. Cuando escribí Khatos opté un poco por esta técnica, y hasta ahora, es lo que mejor me ha funcionado. Creencias, costumbres, conflictos, ambientaciones… Mi experiencia determinó en ir creando el universo en general, es decir, ciudades, qué aspectos resalto de cada una de ellas, árboles genealógicos, conflictos sociales… Todo esto, porque en mi mundo la historia se basa en una guerra y la contienda por el poder, era necesario tener desarrollado aspectos históricos que sirvieran de fundamento a todo lo que estaba ocurriendo. De esta manera sitúas al lector y lo ayudas a que no se pierda en la historia.
Un mundo ficticio que resulte creíble
Mantener una visión del mundo ayuda a que la historia no carezca de veracidad. Algunos aspectos que debemos tomar en cuenta:
Costumbres: aquello que responde a los hábitos o a lo cotidiano. No serán las mismas costumbres para una historia de la galaxia que para una de fantasía épica. Aquí ya estableces el primer punto importante, el de recrear el mundo y ofrecer la vista cotidiana de lo que ocurre al lector.
Relaciones: ¿Cómo se relacionan los personajes, ciudades, pueblos… otros? Es mostrar la relación que tienen los personajes entre ellos, entre sus ideas.
Ambientación: la naturaleza, el clima, la época… es el todo de la historia. La ambientación de nuestro mundo es la base para que la historia fluya y el lector no pierda detalles, no sienta que hay puntos que no coinciden.
Para terminar
A pesar de que leamos historias basadas en mundos fantásticos no podemos pensar que esto da pie a la suspensión de la incredulidad. El pacto entre lector y escritor no obliga al primero a tomar una actitud de crédulo. El escritor tiene que dar algo verosímil a pesar de las circunstancias de la novela. La construcción del mundo fantástico debe ser coherente por encima de todo.
No importa que la historia tenga lugar en una galaxia muy muy lejana, o en una tierra amenazada por orcos. Lo fundamental es que el planteamiento esté basado en una lógica, y que la ambientación tenga los elementos bien desarrollados para que el lector crea en lo que está leyendo.
«Me gustó mucho tu artículo y lo he leído atentamente ya que por ahora estoy abocado a escribir una saga de cuatro libros, que narran la historia de una civilización que habría existido en Sudamérica hace 5000 años, la historia en cuestión está ambientada en la Región de Atacama, en el norte de Chile y ya he editado en formato kindle en Amazon el primer tomo llamado LA LEYENDA DE LUWER. También la he estado dando a conocer en mi blog http://www.wwwtitofabio.com con bastantes seguidores.
Otro aspecto a considerar es la verosimilitud de la magia. Ya no se usa la Magias Deux Ex machina completa como en tolkien o Lewis, donde es pilar. Conflicto y resolución. O la de Bosque mitago.
Actualmente se prefiere de dos formas, 1- La magia desconocida y casi no presente, casi como un Deux Ex machina muy solapado, como ocurre en Canción de Hielo y Fuego, donde sabemos que está ahí es incontrolable, pero que mueve la acción. O bien en Avercrombie que es aun más dispersa casi como algo presente rara vez, en especial en sus novelas de Mar quebrado.
2- Luego tenemos la magia explicada, casi como un fenómeno controlable como la de Sanderson en Elantris, o Mistborn. Pero de base siempre desconocida. Algo similar aparece Rothfuss con su magia explicada completamente en el caso de la simpatía (otra desconocida Nombres maravillosa)
Muchas gracias por tu aporte Alejandro, concuerdo absolutamente contigo, y no sé por qué, pero estas historias son las que más me gustan últimamente. Abercrombie lo empecé a leer hace no mucho y me encantó, y de Rothfuss ya ni te digo, porque lo considero uno de mis grandes favoritos y estoy a la espera del último libro. Espero que vuelvas a pasarte por aquí, saludos.
Por su puesto. Que volveremos a estar.
También soy escritor aunque aficionado, no pretendo meterme en el campo editorial hasta tener mi primer borrador de novela ya corregido, porque le tengo mucha fe y creo merece celo, trabajo dero de re re re corrección. Ahora comenzaré a leer tus historias, pero ya al vuelo no tengan comillas, ni onomatopeyas ni puntos suspensivos cada párrafo, ya me agrada de leer. GRACIAS
(Un tips de guiones http://axxon.com.ar/t-guionado.htm)
Muchas gracias por la recomendación! Cualquier comentario no dudes en dejarlo ? saludos
Sin duda todos los elementos que mencionas son muy importantes para una novela de fantasía, y muy admirados. Iba a comentarte el tema de la magia y su lógica, pero he visto que ya lo han hecho en otro comentario ^^
A mi personalmente lo que más me atrae de una historia de fantasía es la credibilidad. Me impacta muchísimo estar leyendo sobre criaturas no humanas, mundos extraños y diferentes, magia… y sin embargo que todo tenga tanta lógica que sienta que podría ser real.
Gran artículo, ¡un saludo!
Te entiendo perfectamente! Me queda pendiente una entrada en la que hable de la magia y los elementos mágicos en la novela. Pero quiero tener bastantes ejemplos para que todo quede claro. A mí también me gustan las historias de fantasías en las que sientes que todo eso podría ser real. Es un arte maravilloso de la narración. Gracias por el comentario, saludos Tamara
muy buena información, yo no escribo novelas trato de que sean poemas y tampoco soy un escritor pero el hecho de escribir mis garabatos como yo los llamo y tal es mi seudónimo, me esta guiando a querer aprender a expresarme y mejorar mi escritura dentro de un contexto armónico y espero con ansias el año que viene para ver que puedo estudiar como para seguir aprendiendo, gracias por compartir su experiencia