
El post que pretendía publicar era absolutamente distinto de esto.
Sí, ayer tranquilamente tomaba mi café (me gusta mucho el café) y me dedicaba a escribir sobre el acoso de Nyme (mi perrita) para que publicara una nueva entrada. No es que fuese un relato espectacular, no era nada bueno, lo dejé con la esperanza de retomarlo por la tarde, pero en lugar de un nuevo relato, una ficción o una fantasía, escribo otra entrega de diario de un escritor.
En fin, soy nueva en esto de escribir en primera persona (lo odio desde lo más recóndito de mi ser) y aun así quiero darles todos
los detalles de este mágico proceso creativo llamado escritura.
Las editoriales y el NO que nos esclaviza
Ayer no presentía que ese mítico correo volvería a llegar para fragmentar las ilusiones que acariciaba hasta hace no mucho tiempo.
¿Cómo iba a esperarlo? En las últimas semanas solo pienso en escribir, escribir y escribir. Por supuesto que cumplo con mis correspondientes 8 horas diarias de trabajo, estas no faltan, y cuando salgo de la oficina, me aventuró corriendo por las calles, esquivando obstáculos, para llegar hasta mi preciado ordenador e intentar dar rienda suelta a los demonios que me acosan durante el día.
Para ser sincera y objetiva con quienes me leen, debo admitir que no recuerdo en qué instante envié ese mensaje, tampoco la editorial, ni cómo di con ellos… Sin embargo allí está mi nombre, y el manuscrito, como si indudablemente hubiesen salido de mi letra, cosa que no pongo en duda.
Cuando te sumerges en la odisea de querer publicar, empiezas a indagar e intentar contactar con todas.
Uno termina enviando muchos e-mails a lo largo de su vida, y sobre todo cuando tienes un valioso y potente manuscrito, te haces una lista infinita de editoriales aguardando esa emoción de una pronta respuesta.
La mayoría de las editoriales siquiera se toman la molestia de leerlo, y si lo hacen, ni te lo dicen.
Otras son tan egoístas y ruines que prefieren ofrecer una respuesta sencilla, fría y poco argumentada para dar al traste con la emoción que hasta hace poco sentías.
Bueno, yo de emociones guardaba pocas. He recibido tantas negativas, que no debería sorprenderme ya de otra que no recuerdo.
El otro post que pretendía publicar distaba mucho de la amargura que puedo llegar a sentir en este momento. Aunque tal vez no sea amargura como tal, o enfado, no, quizás solo sea el leve presentimiento de un nuevo fallo.
Voy a permitirme redactar una pequeña anécdota de cuando vivía en Venezuela.
Acababa de terminar mi primer libro (para ese entonces tenía tantas expectativas y ansias, que las negativas realmente me deprimían) Había contactado con Planeta Venezuela con la enorme esperanza de que se animaran a recibir el manuscrito. Mi sorpresa fue que una noche, bastante tarde por cierto, me llamó la editora, quien pretendía que le dijera en 1 minuto de qué iba la línea argumental de mi novela. Con toda la torpeza y los nervios, logré sintetizar una pequeña sinopsis no muy buena a la que ella decidió poner punto final de la siguiente manera “bueno, solo quería escucharte, lo cierto es que con toda la situación del país el tema del papel es muy complicado, no estamos realizando publicaciones. Creo que tu libro no va con lo que buscamos, pero no te desanimes y sigue escribiendo” A la semana siguiente rebosaba en los diarios, radio, TV y demás medios masivos la muy bien pagada publicidad de un libro que relataba la historia de una modelo que había llegado virgen a los 30 años.
No que yo piense mal del libro, no voy a emitir ningún de opinión al respecto, pero sí de la editora que me mintió y fue incapaz de decirme que no harían apuestas por autores desconocidos.
Bien, regla número 1: todas la editoriales mienten.
No sé en cuántos concursos he participado, perdí la cuenta, y en muchas oportunidades las ganas. A pesar de no ser una novedad o algo inesperado, he recibido la respuesta de una editorial a la que envié mi manuscrito hace mucho tiempo.
El tono del mensaje es igual a todos los anteriores.
Seco, formal… Casi de lástima “Agradecemos tu interés por publicar con nosotros, pero tu manuscrito no ha sido elegido”
Ninguna novedad.
Pero hoy, a través de este blog, a todas esas editoriales que han enviado su “NO NOS INTERESAS” les quiero decir: gracias a ustedes por no haberlo escogido. Gracias por desechar mi propuesta sin detenerse a pensar, con un NO metódico, simple y desprovisto de calor. Solo porque no escribo libros de autoayuda, o de política, o porque nadie me conoce y es difícil apostar por los nuevos autores, es difícil apostar por algo que no sabemos si se venderá.
Estoy convencida de que otra editorial mucho mejor sí verá una oportunidad imperdible con mi libro, tal vez más tarde o temprano. O decida autoeditarme, opción que no termino de descartar.
Quisiera decirles tantas cosas, y preguntarles tantas otras, desde luego ¿Por qué no? ¿Qué buscan realmente en un manuscrito?
Porque he de asumir que no era lo que mi manuscrito ofrecía.
De pronto te percatas de que en la bandeja de entrada reza el asunto “Nuevo envío manuscrito” te emocionas, sudas frío y los nervios empiezan a sobrevolar en tu estómago.
Abro el mensaje y la novedad desaparece.
Se esfuma la magia… La fantasía se pierde.
No es que pretenda alimentar mi ego y pensar que realmente tengo un talento especial, único e invaluable.
Por una vez estaría muy bien leer sí, queremos contactar contigo.
Tal vez los editores sean fanáticos de mis relatos y pretendan hacerme sufrir como yo hago con mis personajes. O esperan ese momento inigualable en el que el mundo esté preparado para “El reino de Khatos”
Seguiremos siendo esclavos de esa espera, incesante y apasionada… O tal vez sea mejor romper las cadenas, tomar las riendas y restar poder a quienes no lo merecen. Al fin y al cabo somos quienes escribimos los que hacemos la magia…
¿Lidiar con el fracaso se hace rutinario?
Bueno la semana pasada yo tuve mi primer rechazo con un texto muy parecido al que te enviaron, pero es así. Es horrible la sensación pero no hay que perder la esperanza.
El otro dia lei que Ray Bradbury empapeló una pared con los rechazos editoriales a sus obras, JKRowling lo pasó también y tantos otros.
Ánimo y a seguir escribiendo.
Después de todo, la autopublicacion no es algo tan malo.
Saludos
Nos queda afrontarlo de la mejor manera. Y seguir intentándolo, saludos compañera
Es imposible no sentirse identificado con tu texto. Como han comentado, el rechazo editorial es, en muchas ocasiones, el previo al éxito. En el fondo es insistir una y otra vez hasta que llegue ese «estar en el momento y en el lugar adecuado». No desfallezcas y que cada frustración sea un nuevo aliciente para mejorar. Todo parte siempre del fracaso. Nada memorable ha salido del éxito. Personalmente, he decidido autopublicar mi primer libro. Creo que es una buena opción para conocer los entresijos del mercado, de los lectores, de ver tu libro ya a la venta, aunque sea en Amazon y no en una estantería del FNAC, te vas haciendo curriculum.
En fin, espero que te sirvan estas palabras de otro escribiente que ansía poder dedicar las horas a escribir y no malgastarlas en un trabajo que no te llena.
¡Ah! Y tienes talento, descubrí tu blog hará un par de semanas y voy recuperando lecturas. Te dejaré mis comentarios.
Saludos
Muchas gracias por tu comentario David. Somos muchos los que emprendemos esta labor y nos encontramos con negativas. Pero creo que el esfuerzo será recompensado. Enhorabuena por tu libro, espero que nos dejes por aquí algún comentario para que podamos leerlo. Saludos
No te voy a mentir y no me lo tomes a mal, recuerden que una editorial al final es un negocio, y como tal tienen que escoger bien el «producto» en el cual van a invertir, ya que si no les deja ganancia no es negocio. Por muy bueno que sea un texto si no es un «producto comercial y vendible» no les sirve. Esto ayuda mucho para saber como redactar un libro antes de mandarlo a la editorial, yo te recomendaría revisar tu escrito y acomodarlo de modo que sea mas llamativo ante los inversionistas llamados Editoriales (Que no son asociaciones de caridad).
Te lo platico porque he visto lo que sufren los escritores como vosotros.
Saludos y muy buena vibra!
Es horrible y frustrante, pero tampoco es tan así. Creer que las editoriales son enemigos no es compatible con el deseo de involucrarse en el mundo editorial.
Si las editoriales no quisieran darle la oportunidad a nuevos escritores, no recibirían manuscritos, ¿para qué fingir lo contrario? Son muchas las que directamente aclaran que no reciben.
Trabajo evaluando manuscritos desde hace unos años, trabajé con tres editoriales importantes y por lo menos en mi experiencia, los libros se leen a consciencia de principio a fin, por varios evaluadores, incluso si son malos (y esos son la gran mayoría).
Por lo general, los dos errores más comunes son las prisas, el autor manda su libro sin pulir, sin trabajarlo lo suficiente, apurado por publicarlo o, algo todavía más común, no tener en cuenta el catalogo de la editorial. Eso es SÚPER importante.
Muchas veces, cuando te dicen que no se adapta a su catalogo o no es lo que buscan, es verdad.
Como dice la chica de arriba, el editorial también es un negocio, las editoriales son empresas, y no hay nada de malo en ello. El editorial es un mundo inestable, en el que pocas veces se recupera lo invertido, por eso muchas prefieren no tomar riesgos. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de contactarlas. Lo mejor es, antes de enviar un manuscrito, investigar qué editoriales se ajustan a él, o mejor dicho, al catalogo de qué editoriales se ajusta tu libro y si tiene algo distinto que aportarle. Hay más chances de ser publicado golpeando a las puertas correctas que a todas las puertas.
Por ejemplo, nombras a Planeta, Planeta es una editorial archicomercial, que al menos por aquí publica solo bestsellers, a famosos, a personas ricas que escriben libros malos o a quienes tienen contactos dentro de la empresa. Es la triste realidad. No dejes que una empresa con un perfil tan comercial te desanime nunca.
Un abrazo y ojala encuentres la editorial perfecta para tu libro
Muchas gracias por dejar tu opinión Mel, me alegra conversar con alguien que ha trabajado en el sector y lo conoce. Yo no digo que todas las editoriales sean así, y tampoco pretendo encasillarlas como terribles enemigos. Cuento particularmente mi experiencia con Planeta y la repuesta que me otorgaron sin si quiera revisar mi manuscrito. Tampoco critico lo comercial, hay libros muy comerciales que me han gustado mucho, me gusta el cine comercial también, solo digo que, de vez en cuando sería bueno apostar por lo desconocido. De todas formas seguiremos tocando las puertas de muchas otras editoriales. Espero que continúes visitándonos. Saludos.